Hola a tod@s!! Aquí estoy, después de pelearme con los troyanos. Aparentemente todo está OK ya, así que volvemos a la normalidad con alguna fotito de mis vacaciones.
Como el tiempo y el presupuesto no daba para más, nos hemos quedado cerquita de casa. El destino elegido ha sido ni más ni menos que Oporto, que a pesar de estar prácticamente aquí al lado, yo no había visitado nunca. Elegimos ir en tren, porque ni a D. Fotógrafo ni a mí nos emociona coger el coche, y además sabíamos que una vez en Oporto no lo íbamos a mover para nada. Y viajar en tren siempre tiene un "no sé qué" especial...
De tres días que iban a ser en principio, realmente sólo han sido dos, porque el último volvimos al mediodía y ya no dio tiempo a hacer demasiado. De los dos días enteros, conseguimos ver lo más importante todo el primer día, porque yo soy muy habilidosa, y así el segundo me fui........de tiendas! Sí, no lo puedo remediar, aunque sé que en todas partes hay las mismas tiendas, yo no puedo evitar cada vez que viajo guardarme unas horitas para ir de compras. Y siempre compro algo, pero eso forma parte del segundo día, que os contaré en otra entrada.
En esta me centraré en la ciudad en sí. Sólo os diré que es preciosa. Que no hace falta visitar los sitios más típicos, porque sólo pasear por la ciudad merece la pena. Tiene unos edificios antiguos, una arquitectura, una decoración...simplemente fantásticos. Lamentablemente no realizan aparentemente ningún tipo de actividad de restauración o mantenimiento, la piedra de los edificios está negra, de la suciedad, los azulejos se caen, la pintura está desconchada....Y sin embargo, ese aspecto decadente a mí me enamoró. Podría pasarme días y días paseando sin rumbo por las calles de Oporto.
Comimos en uno de los numerosos restaurantes que hay en el paseo del puerto, con el puente de hierro que cruza el Duero dominando la vista. Y uno de los sitios que más me llamó la atención fue la Librería Lello, considerada una de las más bellas de Europa, cuando no del mundo. De hecho os dejo dos enlaces donde se pueden ver fotos de la misma, a la vez que nos cuentan parte de su historia, porque es impresionante:
En cuanto a la ropa, no fui pensando en outfits ni nada de eso, simplemente me llevé ropa cómoda, y por aquello de ir un poco mona, opté por vestidos. (Aunque en la maleta fueran tres pantalones, como cinco o seis camisetas, tres pares de sandalias y dos vestidos, todo para tres días.......)
Y poco más que contar. Habrá segunda parte...